Alfonsi Díaz Malaguilla: La casa del arquitecto en Santa Mónica. Frank O. Gehry

Estudio urbanismo en Harvard. Vivió en los Ángeles, en París, donde estudió a Le Corbusier. En un mismo edificio incorpora varias formas geométricas simples, que crean una corriente visual entre ellas. Hizo tres edificios significativos y muy parecidos entre ellos, que son: el museo Guggenheim de Bilbao, la sala de conciertos de Walt Disney y el museo de arte Weisman.

A pesar de que en su obra reinen las formas curvas en ocasiones mezcladas con las rectas, que además de estar demostrado en las anteriores obras, se ve más aún en la casa danzante, en Praga, en su casa particular son todas las líneas rectas.

La casa comienza siendo una pequeña casita rosa que su segunda mujer compra en Santa Mónica, Gehry decide reformarla para hacer la casa lo más interesante posible. Para ello, Gehry amplió la planta baja como si se tratase de un envoltorio que rodea a la casa por tres de sus lados. La casita rosa aparece así como un objeto dentro de una nueva casa. La estructura externa de la casa permaneció prácticamente intacta, mientras que en la interior en algunas zonas se arrancaban tablones de las paredes para dejar la estructura de armazón de madera parcialmente expuesta, en otras se conservaba y reparaba.

En ese tiempo, el arquitecto andaba escaso de dinero, por lo que se interesó de materiales de coste más bajo como son los tableros de madera contrachapada, la malla metálica o la chapa galvanizada. Fue entonces cuando los vecinos empezaron a atacar en su casa y a decirle que no les gusta, a lo que Gehry les contestaba preguntándoles por sus barcas o sus coches, que tenían la misma estética, pero los vecinos negaban tal afirmación.

Con el tiempo, la casa fue sufriendo ciertos cambios, por ejemplo, el garaje se convirtió en unas habitaciones de invitados, para sus hijas de su matrimonio anterior, o el jardín, que por fin albergó la piscina con la que Gehry soñaba. La casa está en constante cambio, de hecho, nunca parecía que estaba acabada. Cuando el arquitecto quiso darse cuenta, vio y la casa y afirmó que ya no era la casa que él había reformado.